La batalla final por la lengua y la educación
La cuestión lingüística tomó un papel importante en la política a comienzos del siglo XX. La sociedad se encontraba dividida y participaba activamente del debate, protagonizando incluso enfrentamientos violentos.
En otros aspectos de su historia, Grecia también vivía tiempos convulsos. En agosto de 1909, un golpe de Estado perpetrado por una Liga Militar que reclamaba reformas políticas ponía en jaque el gobierno del Primer Ministro Dimitrios Rallis (1844-1921). La inestabilidad política abrió paso a la consolidación de una nueva figura que se tornaría clave para la historia griega de comienzos de siglo XX: Eleftherios Venizelos (1864-1936). Fundador del Partido Liberal, logró neutralizar y disolver los reclamos de la Liga Militar, alcanzando al poco tiempo el cargo de Primer Ministro. La consolidación del Partido Liberal en el gobierno abrió las puertas para algunas reformas sociales, económicas y educativas de carácter moderado que permitieron contener el avance de la conflictividad social.
Eleftherios Venizelos y su esposa María Spylitsi en Londres en 1921
La Sociedad Educativa y el avance del griego demótico
En el año 1910, el movimiento en favor de la oficialización del griego demótico alcanzó un hito importante, la fundación de la Sociedad Educativa, cuyo propósito era lograr la introducción del griego demótico en las escuelas, con miras a potenciar la calidad educativa de los alumnos. Aunque Venizelos concedió la inscripción del griego kazarévusa como lengua oficial en la Constitución de 1911, la Sociedad Educativa consiguió lentamente ejercer una importante influencia en su gobierno.
Los resultados del trabajo fueron contundentes: en 1917, el griego demótico llegaba por primera vez a las escuelas primarias, renovando los manuales escolares y los libros de lectura. Hasta entonces la única lengua escrita que se enseñaba en las escuelas era el kazarévusa. ¿Se imaginan lo difícil que era aprender a leer con un sistema politónico?
Uno de los impulsores de estas reformas y fundadores de la Sociedad Educativa fue Manolis Triandafillidis (1883-1959), un reconocido lingüista a quien debemos las gramáticas de griego moderno más conocidas a nivel mundial.
Los primeros manuales escolares en griego demótico. Puedes ver uno de ellos en este enlace.
En 1920, Venizelos pierde las elecciones en un contexto de fuertes disputas políticas tanto interiores como exteriores, con motivo del control de los territorios turcos habitados por población griega en Asia Menor. La ola reaccionaria que siguió a la derrota de Venizelos acabó con los avances en materia lingüística. Los libros escolares en griego demótico fueron quemados y reemplazados por otros escritos en kazarévusa.
A partir de entonces se identificó al griego demótico con las ideologías de izquierda, y al kazarévusa con la extrema derecha. Los golpes militares de 1925-1926 y 1936-1941 se verán acompañados por fuertes rechazos y persecuciones al movimiento demótico. Aun así, hacia el final de la dictadura de Ioannis Metaxás, se le confió a Triandafilidis la posibilidad de editar una gramática oficial de griego demótico, como un intento del gobierno de cortar los lazos que unían al movimiento demótico con la izquierda.
Manolis Triandafillidis y su primera gramática de griego moderno de 1941
La brecha política y la cuestión lingüística
La polarización entre derechas e izquierdas en relación a la cuestión lingüística se agudizó durante la Ocupación Nazi (1941-1944) y la Guerra Civil (1945-1949). Los siguientes gobiernos del período 1949-1964, en sintonía con la consolidación de la derecha en todos los ámbitos de la vida del pueblo griego, mantuvieron el griego kazarévusa en cada uno de los niveles del sistema educativo.
El gobierno liberal de Giorgos Papandreou (1964-1967) estableció la paridad entre el griego demótico y el kazarévusa, e introdujo la gramática de Triandafillidis en las escuelas. No obstante, el kazarévusa seguía siendo el idioma oficial del Estado y de la educación de nivel medio y superior.
Una vez más, cuando el griego demótico parecía estar cerca de ganar la contienda, un nuevo golpe de Estado arrasaba con sus conquistas. Esta vez, la dictadura más sangrienta de la historia contemporánea de Grecia, conocida como la Junta de los Coroneles (1967-1974), fue todavía más allá. Prohibió expresamente el uso del griego demótico, incluso en los primeros años de la escuela primaria, aduciendo que se trataba de la lengua del comunismo, la anarquía y el caos.
Los años de la posdictadura, los de la Presidencia de Kostas Karamanlis (1974-1985), fueron los que pusieron fin a la disputa. En 1976 se formalizó el uso del griego demótico o “griego moderno” en todos los niveles educativos y en 1982 se eliminó el sistema politónico del resto de los ámbitos sociales, políticos y culturales. Las únicas excepciones actuales son la Iglesia Ortodoxa Griega y el periódico ΕΣΤΙΑ, que continúan utilizando el griego politónico hasta la fecha.
En ese sentido, la verdadera transformación de la lengua griega de los últimos treinta años fue la desaparición del registro dual y la adopción de un único sistema de escritura oficial que conserva, sin embargo, en su fonética, morfología y vocabulario abundantes elementos de la antigua lengua culta.
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