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¿Cómo son realmente las bodas griegas?

Si has visto la película “Mi gran boda griega” sabrás que, para los griegos, no hay celebración más importante que la del matrimonio. Grecia es un país bastante religioso, con unas raíces ortodoxas muy arraigadas, y eso se ve claramente a la hora de celebrar una boda – la mayoría de bodas se hacen por el rito ortodoxo.

Sin embargo, desde 1982 (con la ley 1250/1982 – ΦΕΚ 46/Α/7-4-1982) también existe la posibilidad de casarse “por lo civil” en Grecia – de hecho, estas bodas civiles son cada vez más comunes, sobre todo entre las nuevas generaciones.

En este artículo hablaremos de cómo son -por lo general- las bodas griegas por el rito ortodoxo:

El compromiso de los novios

Todo comienza con el compromiso de los novios (en griego, «aravónas»). Cuando la pareja decide dar un paso más en su relación, se reúnen las familias de ambos y los novios se intercambian anillos. Estos anillos son bendecidos por un sacerdote y se ponen en la mano izquierda.

El compromiso es para los griegos casi tan importante como la boda, por lo que las celebraciones suelen ser bastante grandes:

Los días previos a la boda

Unos días antes de la boda, los amigos solteros de la pareja arreglan la cama del futuro matrimonio y la decoran con peladillas o almendras confitadas, dinero y arroz para simbolizar la prosperidad en su nueva relación. Otra de las tradiciones consiste en poner a un bebé sobre la cama y dejar que este ruede sobre ella para que el nuevo matrimonio tenga fertilidad.

Posteriormente, los familiares e invitados entregan a los novios sus regalos con el fin de desearles suerte en su nueva etapa. La madre del novio suele regalar a la novia artículos para el hogar, como una vajilla o sábanas.

Una ceremonia llena de simbolismo

Las bodas religiosas se celebran en domingo, pero nunca durante otras festividades religiosas. La mañana de la boda, el «kumbáros» (un amigo o familiar muy cercano) afeita al novio y el resto de amigos acude para vestirle. Por otro lado, la «kumbára» (dama de honor) guía al resto de amigas de la novia para vestirla y prepararla para la boda.

Una de las tradiciones consiste en escribir en la suela del zapato los nombres de sus amigas solteras. Al final del día, aquellas cuyos nombres se hayan borrado de la suela se casarán pronto.

El novio espera a la novia en la puerta de la iglesia con un ramo de flores. La novia llega acompañada por su padre y “la entrega” al novio. Entonces los novios entran juntos con velas blancas en las manos.

El sacerdote corona a los novios con las «stéfana», unas coronas unidas por una cinta, simbolizando que ellos serán los reyes de su propia familia y que reinarán juntos.

Después de la coronación, el «kumbáros» y la «kumbára» intercambian los anillos de los novios tres veces, en representación de la Santísima Trinidad y simbolizando que las debilidades de uno serán compensadas por las fortalezas del otro. Los anillos vuelven a ser bendecidos por el sacerdote y son cambiados a la mano derecha, donde quedarán para siempre.

El sacerdote llena entonces una copa con vino y los novios beben de ella tres veces, dando a entender una vez más que compartirán su vida el uno con el otro.

El último paso es la llamada «danza de Isaías», donde el sacerdote guía a la pareja dando tres vueltas alrededor del altar simbolizando la eternidad del matrimonio. Una vez dadas las tres vueltas, el sacerdote les retira las coronas y bendice la unión, dando por concluida la ceremonia.

Los invitados entonces salen de la iglesia y dejan a los novios con sus familiares más cercanos, preparándose para lanzarles arroz en cuanto salgan.

La tradición de romper platos

Una de las tradiciones más peculiares de las celebraciones griegas -y que seguro que has oído o visto en alguna ocasión- es la de romper platos contra el suelo.

Hay varias teorías sobre el origen de esta tradición: unos cuentan que las parejas recién casadas rompían platos en las puertas de sus nuevas casas para ahuyentar a los malos espíritus con el ruido; otros dicen que romper platos demuestra alegría y desapego por lo material.

En la década de los 60 se hicieron muy populares los «buzúkia» – bares nocturnos a los que iban los griegos a escuchar música en directo. Fue en este tiempo cuando el romper platos alcanzó su máxima popularidad. Los griegos lanzaban platos a la pista, a los pies de los músicos, para mostrarle su aprobación. Es decir, que cuantos más platos hubiera en la pista, mejores eran los artistas.

Se comenta que en 1969, el régimen de Giorgos Papadopoulos prohibió romper platos en estos lugares con penas de 6 meses hasta 5 años de prisión. Sin embargo, esa ley nunca se puso en práctica.

Hoy en día se sigue haciendo, aunque no tan a menudo como muchos imaginan y con muchas limitaciones. Los restaurantes deben tener permisos especiales para romper platos, y la vajilla debe ser de arcilla o yeso para evitar accidentes. Por eso, desde hace unos años muchos restaurantes optan por lanzar flores en vez de platos:

Juanjo Martínez
administrator
Director de Academia Egeo. Profesor de griego moderno en YouTube con más de 40.000 suscriptores. Apasionado de los idiomas. Misionero en Grecia y Chipre de 2013-2014. Tallerista y ponente en varias jornadas de cultura clásica a nivel nacional.

Comentarios

  • Raul Sánchez
    01/02/2020

    Felicidades hermano la academia sigue creciendo , que Dios le siga dando exito en la vida y mucha salud !!!!

  • Julio Horacio
    25/03/2020

    Cuantos recuerdos me traen estos videos!

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