Corfú, la más septentrional de las islas del mar Jónico y, a la vez, el punto más occidental, es la segunda más grande de Eptanesos, después de Kefaloniá. Su extensión es de 592 kilómetros cuadrados. Forma parte de la prefectura que lleva su nombre junto con las islas Diapontia (Othonoi, Erikousa y Mathraki) al noroeste, y Paxos y Antipaxos al sur.
La isla está situada a la entrada del mar Adriático, no lejos de Italia y muy cerca a la costa del Epiro y de Albania, de las cuales la separa un estrecho de dos kilómetros de longitud. La ubicación estratégica de Corfú siempre ha sido un punto a su favor, aunque por esta misma razón la isla vivió momentos de guerra y asedios por muchos pueblos que han querido conquistarla. Se puede decir que, aun estando al norte del mar Jónico, Corfú no ha sufrido terremotos tan fuertes y destructivos como los que destruyeron Zante y Kefaloniá. Sólo ha sufrido temblores amenos que no provocaron muchos daños materiales ni humanos.
Corfú tiene forma alargada. La parte septentrional es la más ancha y montañosa mientras que la parte meridional es estrecha. La cumbre más alta es la de Pantokrátor, en la parte noreste, de 906 metros de altura. Los griegos antiguos la llamaban “Istoni”. Más al oeste está Vístonas, cuyas faldas llegan hasta Paleokastritsa. En el centro de la isla hay otra pequeña sierra, la de Agioi Deka, cuya cumbre más alta es de 579 metros. La parte meridional es la menos montañosa. La montaña más alta de esta parte es Chlomós (330m) junto a la laguna Korisíon. La laguna es un lugar de una biodiversidad amplia, con muchas especies de aves y unos pocos ríos. La mayor parte de ellos durante el verano están secos.
La costa es muy variada en la isla. La costa oeste es rocosa, pero la del este es suave y más accesible. Por eso, esta parte de la costa tiene puertos naturales como el de la ciudad de Corfú, cuya accesibilidad fue una de las razones por las que fue construida en esta ubicación.
Dos de los más importantes promontorios de la isla son el cabo de Agia Aikaterini en el punto más septentrional, y el de Asprokavos en el punto más meridional. Pequeñas islas cerca de Corfú embellecen la costa: muchas de ellas son meras rocas – los antiguos habitantes creían que eran el barco petrificado del mítico pueblo de los Feacios. Los islotes más importantes son el “Pontikonisi” al sur de la pequeña peninsula de Kanoni, Vidos y Lazareto cerca de la ciudad. El último sirvió como hospital de enfermedades infecciosas durante la ocupación veneciana.
Corfú se caracteriza por la densidad de su vegetación – toda la isla es un mar verde. El árbol más importante es el olivo. Gracias a ellos se producen muchas toneladas de aceite cada año. Hay también palmeras, cipreses y otros árboles de la flora mediterránea. El clima es igualmente mediterráneo: las temperaturas son amenas, con un calor nada sofocante durante el verano, y con un alto índice de precipitación.
No es sorprendente que una isla con un clima tan ameno y de una preciosidad única sea densamente habitada. Según el último censo de 2011, la isla de Corfú tiene 102.271 habitantes, de los cuales 39.674 viven en la capital. La industria más importante es el turismo. El cultivo del olivo, la producción vinícola y el ganado son otras actividades que generan empleo en la isla.
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