Cuando estamos aprendiendo un idioma, una de las cosas que más nos ayudan es ver películas en ese idioma. Así hacemos que nuestro oído se acostumbre, escuchamos mejor la pronunciación y aprendemos -casi sin querer- un montón de palabras y expresiones.
Sin embargo, cuando buscamos películas en griego o entramos a alguna tienda como las Public, vemos que la mayoría tienen el audio en inglés pero con subtítulos en griego. Y eso nos corta el rollo, ¡porque nosotros queríamos escuchar los diálogos en griego!
Grecia es un país pequeño, con un idioma que podríamos considerar “minoritario”, y el doblaje es un proceso costoso. No solo hay que traducir y adaptar el guión al griego; también hay que pagar a los actores de doblaje, el estudio de grabación y a todos los técnicos que trabajan en él.
El mercado de los productos en griego es muy limitado -en Academia Egeo lo sabemos bien- y doblar todas las películas extranjeras al griego supondría un gasto superior a las ganancias. Por esa razón, la mayoría de películas se dejan en versión original con subtítulos en griego.
Making-of del doblaje de Vaiana (Marina Satti y Michalis Kouinelis)
Sin embargo, las series infantiles y los dibujos animados sí se doblan al griego. También algunas telenovelas de Latinoamérica y alguna que otra serie juvenil, como Hannah Montana. ¿Y por qué estas sí y el resto no? Porque están dirigidas a un público especial: niños que apenas saber leer y personas mayores que tienen problemas de visión y no pueden seguir el ritmo de los subtítulos.
Making-of del doblaje de Buscando a Dory (Dímitra Papadopoúlou y Thodorís Atherídis)
Los griegos -por lo general- no están a favor de los doblajes. Ya están entrenados desde pequeños para leer subtítulos y prefieren disfrutar de la versión original de la película. De hecho, esta es una de las razones por las que en Grecia casi todo el mundo habla inglés.
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